Un mar lleno de plásticos… y medusas

Un mar lleno de plásticos… y medusas

¿Sabías que las medusas son los animales multi-orgánicos más antiguos del mundo (más bien de los mares) y que han existido de alguna forma durante al menos 500 millones de años?

Desafortunadamente, y junto a los tiburones, las medusas tienen mala reputación y se consideran como algo a lo que temer en los océanos. Sin embargo, si miramos más allá de sus tentáculos punzantes, son una de las criaturas más fascinantes de nuestro planeta. Evolutivamente, están diseñadas para durar y sobrevivir en cualquier lugar de la inmensa masa de agua, ya sea en entornos poco oxigenados, calientes, ácidos o con poca luz.

No tienen cerebro, ni ojos, ni columna vertebral, ni siquiera sangre, pero tienen una capacidad notable para reproducirse. Y los humanos se lo estamos poniendo en bandeja para que reinen los mares, junto a las toneladas de plástico que flotan sin rumbo.

¿Se te ocurre el por qué están proliferando las medusas? Nosotros tenemos mucho que ver en esto:

  1. La acidificación de los océanos debida a la elevada emisión de gases CO2. Los océanos actúan como los contenedores masivos de CO2 de la Tierra, absorbiendo el 30% del dióxido de carbono que se libera a la atmósfera. A medida que aumentan estos niveles debido a la actividad humana, como la quema de combustibles fósiles (p. ej., las emisiones de los automóviles) y el cambio del uso de la tierra (p. ej., la deforestación), la cantidad de dióxido de carbono absorbido por el océano también aumenta. Esto hace que se produzcan una serie de reacciones químicas importantes, y como consecuencia, implicaciones de gran alcance para el océano y las criaturas que viven allí. ¿Y qué tenemos como resultado? Aguas más ácidas y menos ricas en oxígeno, por lo tanto menos habitables para la mayoría de especies marinas, excepto para las medusas.
  2. La pesca descontrolada y masiva de los tiburones. Cada año se pescan alrededor de 100 millones de ejemplares de tiburón para su venta como carne para sopa de tiburón, en su mayoría. Son uno de los grandes depredadores de los océanos y principales encargados de equilibrar los ecosistemas y las cadenas tróficas, evitando plagas de otras especies más pequeñas.
  3. El aumento de la temperatura del mar. Los océanos capturan y almacenan los gases CO2, tanto en superficie como en profundidad, provocando este gran desequilibrio.

Como puedes ver, este incremento en el número de la población de medusas es una consecuencia de los cambios en la calidad y biodiversidad de los mares.

Pero no todo está perdido: los océanos son capaces de recuperarse rápidamente si nuestra respuesta es inmediata. Tienen una suficiencia adaptativa enorme, pero para ello es necesario que seamos conscientes de no rebasar límites que impliquen consecuencias irreparables.

¿Nuestra reflexión? Seguimos convencidas de que la esperanza ha de mantenerse, seguir trabajando para el futuro de todas y todos. Y como dijo Barack Obama, “somos la primera generación en sentir el efecto del cambio climático y la última que puede hacer algo al respecto”.

Decidamos con sensatez la calidad de nuestro día de mañana pasando a la acción.

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