Qué hubo detrás de la charla TEDx de Irene Tato

Qué hubo detrás de la charla TEDx Sitges: SOSTENIBLES ANÓNIMAS

Porque todo esfuerzo tiene su recompensa. Este es el motor de mucha de la energía que se pone en BOLSETA. Y en este caso, la recompensa tiene nombre: SOSTENIBLES ANÓNIMAS, una charla TEDx de 16 minutos que pude compartir en Sitges el 5 de noviembre de 2022, un precioso sábado soleado y que llevaba más de 16 meses gestando.

Si te apetece seguir leyendo, te explico un poquito cómo se engendró, los recursos que utilicé y algún que otro consejo por si tienes oportunidad de encontrarte una situación así.

Todo empezó el 21 de julio de 2021, enviando un email a las organizadoras del TEDx Sitges para ofrecerles el servicio de BOLSETA en sus eventos y la posibilidad de ofrecerme como speaker. Hasta ese momento nunca me lo había planteado pero meses atrás, Anaïs, compañera en BOLSETA, me comentó de la existencia de estas charlas y que tal vez podría llevar mi know-how a una de ellas. Pensé, ¿y yo qué voy a hacer allí? En julio del 2021 me tiré a la piscina y dije, ¿y por qué no?

Para aquel entonces, en TEDx Sitges ya lo tenían la planificación organizada y no podía entrar, por lo que me guardé el contacto para el año siguiente. El pie ya lo había puesto en el camino.

Este pasado junio, un mensaje de LinkedIn de la organización llega a mi buzón con la propuesta de participar en el evento de noviembre 2022: contaban con 6 speakers y me ofrecían, esta vez sí, poder ser una de ellas. Menudo nudo en el estómago… qué privilegio y responsabilidad a la vez.

Pensé en mi mentora y en su creencia absoluta que debería dar un paso en la divulgación sostenible y social de BOLSETA… y qué mejor forma que ponerme en el punto rojo de una TED.

Tocaba manos a la obra, empezando por un mensaje a Txell Costa comentándole la propuesta y pidiendo su ayuda para hacer de ese evento algo con sentido y con futuro. Porque, ¿a quién no le suena una charla TED? Yo ya había visto unas cuantas, y después vi muchísimas más. Tenía claro que quería hacer una a la altura y, aunque sabía que era sin ánimo de lucro, enfoqué la experiencia como una adición importante para el currículo. Quedamos para tener una entrevista más formal a la vuelta de verano tener una entrevista y tratar de enfocar bien el tema y la dinámica.

Como podrás adivinar, me pasé todo el verano con la cabeza llena de ideas. Me trabajé dos interesantes libros: El método BRAVO, de Mónica Galán para montar una buena presentación y el libro de Andreu Escrivà sobre cambio climático, Y ahora yo qué hago. Ambos me proporcionaron muchísima claridad mental para lograr enfocar el tema tal y como lo quería compartir.

En mi cabeza ya rondaba la idea de tratar la charla como una reunión de personas entorno a sus problemas y tensiones con la sostenibilidad, la solidaridad y la proximidad. También acerca de cómo les afectaba en su día a día y cómo se podían acoger en una organización llamada «Sostenibles Anónimas» para poder expresar sus preocupaciones y seguir aportando su granito de arena en ese camino.

A finales de septiembre, por fin tenía una primera versión preparada, después de descartar unas (muchas) cuantas. Había pasado el primer filtro de mis compis de BOLSETA, Sandra y Anaïs, y se la presenté a Andrea. El feedback fue muy bueno, debía pulir algunas cosas, pero el esquema y el contenido estaban bien definidos. Tenía ideas cerebro (datos para darle profesionalidad y conocimiento) e ideas corazón (con un storytelling para acercarla al público). Faltaba un poco de toque para hacerla más emotiva, y que la parte final indujera a la acción. Todo y eso, convencía.

Empecé a leerla en voz alta y teatralizarla para ver cómo sonaba y cómo me movía con mis palabras. Hasta entonces, solo estaba en papel, no estaba en voz, porque no quería pasar a la voz por si tenía que modificar algo y luego me costaba más rectificarlo.

Me parecía como cuando empiezas a conducir, que tienes que controlar un monton de cosas y piensas que no vas a ser capaz. Pues igual, recordar el texto que quieres decir, la respiración, la postura de las manos, el cuerpo, la entonación, no des pasitos de procesión….de verdad, no se cuantas veces la he llegado a repetir. Además cada vez que la repetía modificaba alguna palabra, algún trozo de frase.

De la versión 1 pasé a la versión 2, 3 y 4. Tenía ya el esquema hecho, como recomienda el libro de Mónica, y pensé que podría ponerla en escena en petit comité para ver si se entendía en su totalidad y poder recibir de nuevo feedback. Sin lugar a dudas, fue lo mejor que he podido hacer por la charla.

El último miércoles de octubre, a 10 días del día D, recibía en El ALMAzen, un espacio chulísimo en el que BOLSETA comparte energía con @Dins Interioristes, a 15 personas dispuestas a fabricar tiempo para mí y para que la charla de BOLSETA fuese total: Jaime, Emilio, Gemma, Olga, Irene, María José C, Mónica, Carlos, Claudi, Gemma G, Carmela, María José, Núria, Esbel… mil gracias por todas vuestras aportaciones y por todo vuestro maravilloso saber.

De ahí salieron 3 propuestas a tener en cuenta:
– Un fondo de pantalla que me acompañaría en la charla, y que lo tenía ante mis ojos pero no lo había visto
– Un inicio mucho más directo
– Y la llamada a la acción, no solo individual si no más allá de ella

Ahora ya sí que estaba: la versión 5, la definitiva, quedó lista a una semana justo del evento. Esta me fue acompañando en todos mis desplazamientos, en más de una ducha, mientras preparaba la comida… cualquier momento era ideal para recitarla una y otra vez. Algunas delante del espejo, mirándome a los ojos, cronometrando, marcando pausas, cambios de tono, siendo consciente del movimiento de mis manos… Por fin me sentía más cómoda, como cuando en el coche de repente no hace falta que pienses y pisas el embrague para cambiar de marcha. Tenía la charla asentada en mi ser.

Y llego el sábado 5 de noviembre. pisando el escenario del casino de Sitges a las 11 de la mañana para hacer la prueba de sonido. Que impresión. Quedaban menos de 5 horas y toda esa cantidad de tiempo de preparación invertido estaba a punto de condensarse en 20 minutos, a punto de hacerse realidad.

Recuerdo que hacía un día precioso y, acercándome a la playa, hice una última puesta en escena delante del mar. Doblé el papel con el texto que me había acompañado a todas partes durante la última semana y compartí una comida con una compañía maravillosa.

A las 19:15h, después del break de los tres primeros speakers, era mi turno. Estaba detrás del telón en bambalinas, con el micro puesto.

Ester, la presentadora del acto, empezó a hablar de la siguiente ponente. Era yo, mi turno llegaba. Me tuve que tapar los oídos para no emocionarme y despistarme.

Eva, miembro de la organización, no paraba de decirme que lo disfrutase.

El público empezó a aplaudir. Escucho a mi madre de fondo con un «bravo». Empecé a caminar, llegue al punto rojo, alcé la mirada y estaba todo negro. ¿Y ahora a quién miro?

Las luces me iluminaron y empezaron 16 minutos maravillosos que disfruté a tope y que deseo que, tan pronto esté listo el video en YouTube, sean de muchísima utilidad para que cada vez seamos más las personas las que salgamos del anonimato sostenible y pasemos a la acción sostenible.

Gracias por estar ahí.