Cómo reducir el gasto energético en tu hogar
Cómo reducir el gasto energético en tu hogar
La energía no es gratis. Cuesta dinero a sus usuarios y usuarias y un impacto en forma de huella de carbono al planeta.
Por supuesto que no todos consumimos de la misma manera pero lo que sí que está claro es que la dependencia de las energías fósiles todavía es enorme y, desafortunadamente, son las que contribuyen directamente al 99% del calentamiento global.
Según los datos de MITECO, si echamos un vistazo al consumo energético dentro de nuestros hogares, vemos que principalmente está destinado a la calefacción y la refrigeración, agua caliente sanitaria, cocina, iluminación y electrodomésticos. En cuanto al equipamiento electrodoméstico, éste consume casi un cuarto de la demanda eléctrica total, donde más de la mitad corresponde a frigoríficos, lavadoras y televisores.
Porque queremos que la energía se utilice con cabeza (ya que no tiene sentido despilfarrar a costa de nada ni de nadie), aquí te enumeramos una serie de consejos para ser una persona consumidora responsable y reducir el gasto en casa, con su consecuente reducción económica de la factura eléctrica. Bien para ti, bien para el planeta.
Entiende tu factura de energía y ajústala según tus necesidades
La información contenida en una factura de energía típica puede ser confusa de buenas a primeras, lo sabemos, pero comprenderla es vital para para familiarizarse con el consumo en el hogar y saber qué número se corresponde con cada cosa.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos proporciona unas pautas sencillas para lograr descifrar cada cifra sin dolores de cabeza y empoderarnos así de nuestro consumo.
Una vez comprendas tu factura y la potencia que tienes contratada, puedes ajustar su margen para contratar la que realmente necesitas y no pagar de más. También puedes apostar por aquella discriminación horaria que más te convenga, según la concentración de horas en las que utilices más electricidad.
La luz dentro de casa
Te recomendamos que aproveches la luz del día tanto como sea posible antes de encender cualquier luz y que te pases a las bombillas LED o de bajo consumo, ya que reducen el consumo en un 60%.
Antes de salir de las habitaciones, apaga las luces y mantén limpias las bombillas para aprovechar toda su luminosidad.
Vigila tus electrodomésticos
Si quieres saber con precisión cuánta electricidad consumes a lo largo del día y cuánto podrías ahorrar en tu consumo eléctrico, revisa esta calculadora online gratuita.
Seguidamente, hagamos un repaso de los electrodomésticos que más utilizamos en nuestros hogares.
– LAVADORA
Una de las maneras más evidentes de ahorrar energía (y agua) es aprovechar la capacidad de tu lavadora y ejecutarla a carga completa, lavando con programas económicos específicos. Dependiendo del número de personas en casa, se podría reducir incluso a una o dos cargas por semana.
Otro consejo es optar por lavar con agua fría o a baja temperatura (el 90% de la electricidad que se consume es para calentar el agua). También unos filtros limpios garantizan un menor consumo de energía.
– SECADORA
Si vas a secar la ropa, intenta hacerlo aprovechando el calor solar. Si no tienes más remedio que utilizar la secadora, hazlo con inteligencia mediante programas que faciliten el planchado y ahorren energía en el proceso de secado.
– PLANCHA
Es muchísimo más eficiente hacerlo todo de una vez que en varias tandas o días. Plancha primero las prendas que menos calor necesiten, seguidamente de las más gruesas y aprovecha el calor residual final para acabar de nuevo con las más ligeras.
– NEVERA
Sitúa la nevera en un lugar alejado de las fuentes de calor y mantén su temperatura a la más recomendada: para el frigorífico es entre 3° y 5°C y el congelador debe estar entre -15º y -18°C.
Por otra parte, no te quedes petrificada/o frente a la puerta abierta de la nevera. Cuanto más tiempo esté abierta, más duro tendrá que trabajar el aparato para volver a bajar la temperatura. Decide lo que quieres con anticipación para minimizar esta cantidad de tiempo. También te recomendamos que no metas alimentos calientes directamente en la nevera; deja que se enfríen antes de hacerlo.
– VITROCERÁMICA
Ajusta las sartenes y ollas al tamaño de los fuegos. Tapa mientras cocinas y apaga 5 minutos antes para aprovechar el calor remanente.
– HORNO
El horno es uno de los electrodomésticos que más consumen y podemos sacarle todo el partido horneando varias cosas a la vez. Es recomendable mantener la puerta cerrada mientras estás cocinando algo en su interior ya que si la abres, la temperatura puede llegar a bajar 25ºC cada vez que lo hagas.
También es posible ahorrar energía si lo apagas unos 5 minutos antes para aprovechar el calor residual.
– LAVAVAJILLAS
Si dispones de uno en casa, aprovechar su capacidad máxima y utilizar los programas eco son la clave para poder ahorrar unos euros a final de mes. Evita aclarar los platos antes y utiliza detergentes que sean ecológicos.
Apaga aquello que no necesites
En los últimos meses nos hemos acostumbrado a estar en casa más tiempo de lo usual. Por ello, es fundamental apagar y desconectar por completo todos los dispositivos al acabar la jornada. Y aquí incluimos los ordenadores, el modem o el router y los cargadores que están conectados (como el del móvil) al enchufe directo o la regleta (si ésta no se puede desconectar entera).
Hablemos también de aquellos aparatos con el piloto rojo encendido: ¿sabías que esa comodidad de tener un aparato en espera o stand-by también se paga? Es lo que llamamos el consumo silencioso o carga fantasma y se lleva un 2,2% del consumo total, pudiendo ahorrar al año 40-50€ si los apagamos. Lo más adecuado es conectar todos estos aparatos a una regleta de enchufes con interruptor y apagarlos cuando no los necesites. Puedes reforzar este hábito con un temporizador para evitar despistes.
Si deseas conocer más a fondo la potencia, el consumo energético, el precio y el CO2 que producen los dispositivos que permiten el funcionamiento stand-by, consulta la calculadora gratuita de la OCU.
La temperatura confort dentro del hogar
Cada grado que subimos o bajamos en nuestro hogar, con la calefacción o con el aire acondicionado, quedará reflejado en la factura y, en términos energéticos, esto supondrá un 7% más de consumo.
En invierno, es suficiente con una temperatura entre 20 y 22º C, y alrededor de los 17º en los dormitorios. En verano, varía entre 22 y 25º. Para que esta temperatura de confort se mantenga, es importante revisar que tanto las ventanas como las puertas estén perfectamente aisladas para que no se escape ni un ápice de calor o entren filtraciones de aire frío. La instalación de burletes en estos lugares serán tus aliados para aislar y evitar fugas.
En invierno nos interesa que ningún elemento tape u obstaculice la proyección de calor, como cortinas, muebles u objetos varios y cerraremos las persianas tan pronto como oscurezca fuera. En verano, con el uso del aire acondicionado, es mejor cerrar las ventanas y bajar las persianas en las horas de más calor y abrirlas cuando refresque. Es importante que configures tanto la calefacción como el aire acondicionado para que se enciendan y apaguen solo cuando los necesites o en zonas concretas de tu hogar.
Para que ambos aparatos funcionen debidamente en sus correspondientes estaciones, hay que procurar mantener los filtros del aire acondicionado limpios por una parte y purgar los radiadores en otoño (conjuntamente con una revisión de la caldera de tanto en tanto) para aumentar su eficacia.
Considera la energía verde
Por suerte, cada vez más encontramos una oferta variada en cuanto a las compañías que nos suministran energía. En ese sentido, es interesante valorar aquellas que ofrecen una alternativa mediante la energía verde, en algunos casos 100% renovable y libre de emisiones.
Algunos ejemplos son: Barcelona Energia, Enerplus, Gesternova, GoiEner, Grupo Enercoop, Nosa Enerxía, Seneo, Som Energía o Zencer.
Después de todo esto, solo nos queda decir que cada pequeño hábito que introduzcas en tu cotidianidad, por pequeño que sea suma mucho más de lo que te puedas llegar a imaginar.
¡Ah! Y no te olvides, este sábado 27 de marzo es la hora del planeta. ¿Te apuntas al apagón eléctrico voluntario de luces y aparatos eléctricos no indispensables durante una hora, desde las 20:30 hasta las 21:30 h?
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